Laughing Buddha – Barney’s Farm

Descripción

UNA JOYA PARA CULTIVADORES EXPERTOS

Sin duda, para aquellos a quienes les gusten las plantas de marihuana exóticas, Laughing Buddha es un ejemplar de obligado cultivo. En este extraño especimen cannábico, los cogollos crecen unos encima de otros de manera columnar, lo que le da este característico aspecto de bomba morada.

La variedad Laughing Buddha crece rápidamente, de manera muy vigorosa. Se estira mucho durante la floración, por lo que suele necesitar poda o soporte en cultivos en exterior, o una muy buena mano en interior. Al final de la floración, la planta acaba llena de largas y pesadas colas de las que gotean los tricomas. Los cultivadores han descrito que esta variedad se ajusta a los rendimientos especificados por el banco de 450 g/m2, o incluso los supera en manos de cultivadores expertos.

Resultado del cruce entre variedades Thai y Jamaicana, su genética es principalmente sativa, por lo que es de imaginar que ocupa bastante espacio. En exterior puede alcanzar los 2,5 metros sin problema. Y al tener un período de floración bastante largo de hasta 91 días, desarrolla una altura considerable que hay que tener en cuenta al decidir cuando pasar a flora.

También se puede cultivar en interior. Por su crecimiento y ramificación es una buena opción para cultivo en SCROG (Screen of Green). Pero no es para cualquiera: estos dos factores, tamaño y período de floración, la hacen poco recomendable para cultivadores noveles.

LAUGHING BUDDHA TIENE UN SABOR Y AROMA EXCÉNTRICOS

¡Qué podemos decir de las propiedades organolépticas de esta variedad de marihuana! Tiene un un distintivo aroma, fuertemente dulce y picante, mientras que su sabor es descrito como fuertemente agrio, dulce y pastoso, como a limón, piña y cítricos. Esta combinación resulta excéntricamente deliciosa para aquellos que la han probado.

PARA SITUACIONES SOCIALES, LAUGHING BUDDHA

Laughing Buddha es  es una variedad muy psicoactiva, con un 18% de THC. El efecto es tremendamente cerebral y social. Además es bastante rápido y persistente, y suele durar unas dos o tres horas. Se podría decir que unas caladas de Laughing Buddha son un viaje sin escalas a la felicidad.

Esta variedad es ideal para situaciones sociales, con amigos o de fiesta: para reír y estar feliz, eufórico y creativo. Sin embargo cuando se fuma mucho, su efecto puede transformarse en narcótico. Con un consumo normal solo te resecará un poco la boca, pero no tiene ninguna otra desventaja.

También tiene aplicaciones terapéuticas, especialmente para personas que sufran depresión o estrés