El cultivo colectivo de marihuana entre amigos es la mejor forma de proporcionarse un autoconsumo de calidad sin que el cultivo nos demande demasiado tiempo y recursos.
Lo mejor es hacer una división de las tareas a realizar que sea clara y con la que todo el grupo se sienta cómodo, para evitar problemas y confusiones.
Según el número de personas implicadas, así tendrán que dividir las tareas, siempre teniendo en cuenta que debe dejarse a los más expertos aquellos aspectos más delicados del proceso de cultivo, mientras que otras tareas las podrán realizar todos juntos y disfrutar como grupo de la experiencia.
El cultivo compartido
Además de una ficha o pizarra con la asignación de responsabilidades, que debe estar siempre a la vista, de manera que puedan registrar las tareas ya realizadas, como por ejemplo, el riego, deben tener en cuenta otros factores como los que implican el compartir gastos.
Tareas a repartir
Lo mejor es hacer un calendario que incluya todas las tareas que deben realizarse en cada determinado día, según la fase del cultivo en que se encuentren, lo que debe incluir las tareas de riego, fertilización, trasplante, poda, cosecha y manicurado.
Ejemplo
Diego comparte un departamento con sus dos amigos: Ana y Miguel. Diego es un cultivador con experiencia, por lo que, aunque cada uno hace un mismo aporte monetario para la compra de los equipos, es Diego quien los elige y compra.
Al tener mayor experiencia y conocimientos, Diego es quien se encarga de dirigir y coordinar el cultivo, asignándole tareas a Ana y Miguel en función de sus tiempos y habilidades.
Por ser más metódica y organizada, además de trabajar desde casa, Diego le asigna a Ana la tarea de regar y fertilizar tres veces a la semana, los días lunes, miércoles y viernes.
Debido a su menor disponibilidad de tiempo, a Miguel le asigna la responsabilidad de fumigar y podar las plantas una vez por semana, siguiendo las indicaciones de Diego y siendo esta frecuencia evaluada según lo que él observe en el cultivo.
Por su parte, Diego será el encargado de suplir la labor de cualquiera de sus dos compañeros en caso de que no puedan cumplir un día, además de ser el supervisor principal del cultivo, quien deberá observar constantemente en caso de que se deba hacer algún cambio en la metodología o una inversión en nuevos equipos, además de corregir y/o reparar cualquier falla técnica.
Grupo de cultivadores es grupo de consumidores
En la medida de lo posible, el cuidado conjunto del cultivo debe implicaros de modo que se genere un ambiente agradable en el grupo de personas que fuman juntas.
Hacerse compañía durante el cuidado del cultivo y la felicidad que aporta la cosecha, genera unos vínculos que luego se van a traducir a la hora de compartir la experiencia de fumar.
El grupo de cultivadores comparte un proyecto y una meta, lo que se traduce en cooperación. Lo que a priori pudiera parecer una tarea algo tediosa, ya que el cultivo de marihuana requiere de atenciones y cuidados importantes a las plantas, al final cuando es con amigos se acaba convirtiendo en un momento de diversión que forma parte de toda la experiencia cannábica.
La discreción
Cultivar con amigos implica mucha discreción y respeto. Lo que se hace con ese grupo de amigos queda allí, y nadie comprenderá mejor que los mismos miembros de este grupo, la reserva y bajo perfil que cada uno requiere, por lo que lo mejor es formar un grupo de absoluta confianza, que le de tranquilidad a cada uno de los individuos.